Para qué sirven los pedales de un piano

Para qué sirven los pedales de un piano

Preguntarse para qué sirven los pedales de un piano es del todo normal si queremos adentrarnos de lleno en el mágico mundo de este instrumento.

 

Y es que a diferencia de lo que se pueda pensar, no solo bastan las manos para poder sacar todo el rendimiento a los instrumentos de cuerda más conocidos del mundo como los pianos.

 

En su increíble ingeniería arquitectónica, nos encontramos con los pedales o también denominados palancas que ofrecen un sinfín de posibilidades en el mundo de la música.

 

Hoy, te explicaremos para qué sirven estas pequeñas piezas, cómo utilizarlas y sobre todo el valor añadido que le da a cualquier piano si se emplean de manera correcta.

 

¿Qué es un pedal?

 

Un pedal es un dispositivo que forma parte del piano que sirve para alterar o modificar el sonido que produce este instrumento.

 

A través de su pulsación por medio de los pies, consigue increíbles efectos que en muchas ocasiones los convierten en el alma de los pianos.

 

¿Cuántos pedales tiene un piano?

 

Por norma general, los pianos cuentan con 3 pedales situados casi a ras de suelo y en el centro del instrumento.

 

Tanto los pianos acústicos, como los de cola y los verticales modernos, tienen 3.

 

Si bien es cierto que aún se pueden encontrar modelos de 2 pedales, estos suelen ser principalmente de instrumentos más antiguos.

 

Para qué sirve cada uno de los pedales de un piano

 

Muchos pianistas principiantes o personas interesadas por la música, se preguntan para qué sirven los pedales de un piano.

 

Parece razonable esta pregunta si tenemos en cuenta que los pianos poseen nada más y nada menos que 88 teclas, número más que razonable para conseguir una amplia variedad de sonidos.

 

Sin embargo, gracias a los pedales, podremos conseguir variar y modificar dichos sonidos que enriquecerán las piezas musicales.

 

A continuación, te explicaremos la función de cada uno de los pedales.

 

Pedal Izquierdo y conocido por unicordio, celeste o corda

 

El pedal izquierdo cumple con una función atenuadora del sonido.

 

Esto se debe a que, al pisar el pedal, ya sea en un piano acústico o de cola, el mecanismo del piano se desplaza ligeramente hacia la derecha, lo que suaviza el sonido provocando una proyección más débil.

 

En el caso de los pianos digitales, aun teniendo pedales, estos generarán el mismo efecto, pero no de manera mecánica sino digital.

 

Normalmente, se utiliza el pedal izquierdo en momentos en los que se desea bajar la intensidad tonal de la pieza o bien cuando el piano acompaña a otro instrumento musical.

 

Debido a la potencia que puede conseguir este instrumento de cuerda, ayuda mucho poder controlar su potencia sin tener que tapar el sonido del instrumento al que acompaña.

 

Pedal central o también llamado sostenuto o sordina

 

El pedal central produce diferentes efectos según el tipo de piano en el que se encuentre.

 

Si nos centramos en pianos de cola, el sostenuto servirá para liberar a los apagadores de las notas que se están tocando en ese momento. A consecuencia de esto, la sonoridad de las notas se mantendrá, es decir, que ayudará a que su sonido perdure más tiempo.

 

Sin embargo, en los pianos de pared, el efecto que crea es el de suavizar los sonidos al activar una franja de fieltro que se sitúa entre los macillos y las cuerdas. Es como si se bajara el volumen de manera mecánica.

 

Pedal derecho o de resonancia

 

El pedal derecho, o normalmente conocido como el de resonancia, es aquel que permite que la nota siga sonando, aunque no se esté pulsando.

 

Esto se produce gracias a que el pedal levanta los apagadores del piano, que son los que cortan el sonido de las teclas una vez que no se pulsan.

 

Es uno de los pedales más utilizados y que otorgan una gran versatilidad.

 

Cómo utilizar los pedales de un piano

 

Siendo honestos, saber cómo emplear los pedales de un piano no es algo sencillo, ya que es una dificultad añadida al aprendizaje.

 

Sin embargo, su efecto es fundamental para enfrentarse casi a cualquier obra, por lo que, con paciencia y práctica, se podrán dominar a la perfección.

 

Por tanto, te explicaremos de manera muy básica cómo utilizarlos de manera correcta y una serie de consejos útiles para principiantes.

 

  • Lo primero que debes saber, aunque parezca obvio, es que el pedal izquierdo se pulsará con el pie izquierdo y tanto el centro como el de resonancia, se pulsarán con el pie derecho.

 

  • Coloca tus pies delante de los mismos cuando tengas que tocar algún pasaje que requiera su uso.

 

  • Justo antes de pulsar los pedales, levanta la punta del pie o de los pies, dejando el talón siempre apoyado sobre el suelo. Posteriormente, pulsa los pedales con la punta.

 

  • Los pedales deben ser pulsados suavemente, y de la misma manera, debes dejar de pulsarlos de manera suave. De no hacerlo, podrás obtener cambios sonoros muy bruscos que no gusten.

 

  • Por normal general, el pedal que más se emplea es el derecho, es decir, el de resonancia, por lo que asegúrate de tener el pie siempre bien colocado.

 

  • Cuando no tengas ninguna obra que necesite el uso de pedales, puedes colocar tus pies debajo de los mismos con el fin de no golpearlos involuntariamente.

 

  • Procura siempre pulsarlos de manera suave y delicada. Son piezas que, a pesar de ser robustas, requieren de un trato suave.

 

Conclusión

 

Los pedales de los pianos han otorgado, aun si cabe, más virtuosismo a este instrumento de cuerda.

 

Son unas herramientas maravillosas para poder llegar a interpretar las piezas más bellas.

 

No obstante, su proceso de aprendizaje es largo y complejo, pero una vez que se domina, no se puede olvidar.

 

Gracias a su mecanismo, podremos modificar y alargar los sonidos de manera mágica y creando unos matices sonoros únicos.

 

Aparte, también servirán para poder dar tu toque personal a alguna obra una vez que los domines.

 

Sin duda, estamos antes unos elementos indispensables en los pianos.

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